Parece mentira que a penas 3 meses de comenzar el año 2014, el salario real de los docentes se ha vuelto sal y agua.
Y es que nadie ha quedado inmune ante el desproporcionado aumento de los productos de la cesta básica, los servicios y los gastos propios de cada día, y pensar que nos han anunciado un posible aumento del pasaje en transporte público, la energía eléctrica, entre otros.
Y ¿qué podemos decir de los medicamentos? la mayoría de los docentes, y pueblo en general, viene sufriendo la carestía de los productos medicinales, y aún peor, la terrible travesía de no poder encontrar la medicina recetado porque no se consigue. Igual como pasa con los diferentes productos de la cesta alimentaria (leche, queso, harinas de maíz y trigo, aceite).
A 4 meses de empezar este año se repite esta historia.....lo peor de todo es que hay colegas que dicen que todo está bien !!!!