"No
hay peor ciego que aquel que no quiere ver"
Nuestra
explicación es que somos un país de ciegos, y donde el tuerto es el rey.
Digo ciego porque no apreciamos nuestra realidad, vemos, miramos, observamos,
pero somos incapaces de sacarnos el cristal que se nos ha formado
en nuestros ojos. Ese cristal que hace que todo lo veamos se un solo
color: Verde, rojo, blanco o negro....todos hemos llegado a un
punto en el cual la visión de país está condicionada por el
análisis particular de los hechos que suceden a nuestro rededor.
Cada
quien piensa que su opinión es la
verdadera y no se reconoce lo contrario,
la negación de la “otra realidad” está condicionada a que acepte que mi
realidad es la verdadera y que solo
existirás si aceptas que mi posición es
la correcta, de lo contrario, no podrás existir en mi realidad.
Y
acá el problema, ¿cómo negar que en una
casa de 10 personas, 6 se
imponen y 4 solo obedecen las normas que imponen este grupo?, o por el
contrario, esas 4 personas indican que las 6, son tal porque compraron
a 2 de ellas para que llegaran a 6.
Indudablemente
la negación del contrario indica ceguera,
indica falta de visión política y
conlleva a la radicalización de las posiciones políticas, sociales y
económicas.
En
primer lugar vamos a analizar el
problema desde un punto de vista crítico a lo que consideramos una falla del
gobierno nacional en materia de manejo de recursos.
La
posibilidad de que se impusiera el socialismo en nuestro país era remota con el
presidente Chávez en el ejercicio de la presidencia, ahora que se ha producido
su desaparición física, podría complicarse más, aunque sus seguidores juren lo
contrario. Lo que hemos vivido la muerte de un ser querido que unía a la
familia (abuelos, padres), sabemos que nos prometemos unidad, cariño, solidaridad pero basta con
pasar el tiempo para romper las promesas
hechas, he acá un dilema a futuro cercano.
El
socialismo bolivariano tiene un gran obstáculo: Las fuerzas productivas
revolucionarias no se desarrollaron y el modelo de producción comunal se
explaya en un mar de dilapidación de los
recursos gubernamentales del cual son partícipes casi toda la cadena
burocrática nacional, trayendo como consecuencia el uso de las reservas monetarias
en importaciones de productos que bien podrían producirse en el país.
Y
es que en este proceso de cadena burocrática, se han creado una serie de
condiciones adversas para la ejecución
de cada bolívar invertido en cualquier actividad
productiva o de inversión social. De cada 100 bolívares que sale del fisco
nacional, solo llegan a su destino final 10 bolívares, y los mecanismos van
desde el cobro de comisiones, falsificación de documentos, auto robo de
mercancía, sobreprecios, borrón y cuenta nueva, exceso de trabajadores públicos
y vaya Dios a saber cuánta tramoya para sacarse unos realitos para el uso personal del funcionario que hace
la trampa.
Este
flagelo se ha reproducido en forma metástica por falta de una verdadera
contraloría, por falta de órganos colegiados que no atiendan a los intereses
monetarios o políticos.
Esta
situación ha llevado a una gran situación de anarquía, que casi es imposible determinar
dónde están los recursos que se han invertido en todos estos años. Esta anarquía se refleja
en cada uno de los componentes del Estado, sobretodo en el Sistema Judicial y los órganos policiales, el
cual está inmerso en un boom de
corrupción jamás visto y que se refleja en la alta tasa de criminalidad, la impunidad y la violencia delictiva.
Tal
vez quien lee estas líneas dirá que no hemos colocado los avances en las áreas sociales,
participación política, educativa y manejo de recursos. Pero toda estas
políticas se han hecho sin la debida supervisión, impacto financiero, de
recursos, sin apalancar el aparato productivo, por lo cual el gasto ha sido
considerable, y el peso sobre el presupuesto nacional tal que no podemos hablar
sino de los efectos (inflación – crisis de servicios públicos del agua y luz) a
los cuales ellos están directamente relacionados.
Con
2 devaluaciones y 3 cotizaciones en estos meses (6,3 y SICAD), el ingreso real
para el venezolano se ha visto reducido a más del 50%, y las consecuencias son
impredecibles cuando el liderazgo de
Maduro no ha sido puesto a prueba todavía. ¿Logrará acomodar esta situación el
presidente encargado? ¿Qué fuerzas conspiran para que haya un fracaso de su
parte? ¿La tesis del mesías aun se mantiene en nuestro país? ¿Qué tanto poder
tiene el presidente Maduro? ….
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